13.11.07

Ahora que tengo tiempo...

Y es que, en estas dos semanas, apenas he tenido tiempo para nada, ya que, para el que no lo sepa: TOY CURRANDO YA!!! Sí, señores: Mavichi ya es una niña responsable que está currando a base de bien y que, al mismo tiempo, se está preparando sus oposiciones para, si Dios o el destino me lo permiten, comenzar a currar en firme (y a lo grande), a partir de octubre del año que viene (me refiero a cobrar un sueldo en condiciones, dejando atrás la condición de "inframileurista" XD).
Pero vamos, hoy no estoy aquí para hablar de mi vida (que, ciertamente, tiene bastantes alicientes últimamente), sino para dejar plasmadas unas reflexiones que, con el tiempo, van cobrando forma en tu cabeza.
La mayoría, tienen que ver con mi paso por la facu, ya que ha sido en este hervidero de mentes donde más se ha definido mi verdadero "yo" y he aprendido a ser persona (humana, creo). A lo largo de mi paso por este "Templo del Saber", me he encontrado con personas de todo tipo: unas que merecían la pena, otras que se han cavado su propia fosa; unas que criticaban mi modo de actuar constructivamente, otras que no lo criticaban en mi cara (aunque sí a las espaldas); mosquitas muertas que te daban puñaladas traperas por la espalda, gilipollas que se creían los amos del mundo e iban de "lastimitas" por la vida para llamar la atención, algún que otro individuo cuya calificación me reservo (y no exactamente profesores) que en algunos momentos disfrutaba nada más que jodiendo a los seres que se encontraban a su alrededor... Y la menda, con la etiqueta de TONTA marcada en letras grandes en la frente (según ellos).
Ahora, tres siete años de experiencia académica más o menos satisfactoria, puedo decir sin temor a equivocarme una cosa: yo seré tonta, pero mi paso por la facultad ha servido de algo para muchas personas, hasta tal punto de que, aun cuando sigo yendo a la misma, la gente me recuerda con cariño, ya esté de cuerpo presente o no; pero esas personas que tanto criticaban, que creían ser los dueños del mundo, que desprestigiaban a los demás sólo por ser diferentes o que miraban al resto de los mortales desde un imaginario "Trono de Ignorancia y Prepotencia"... ¿Qué queda de ellos? Nada... Su presencia se la llevó el viento, pertenecen al olvido, nadie los recuerda con cariño.
Es triste pasar por una etapa de tu vida sin pena ni gloria, sin que los demás se acuerden de quién eras o, en el caso de que lo hagan, que se acuerden por cosas no muy loables que se hicieron a lo largo de esa etapa. En mi caso, mi paso por la facultad ha tenido sus frutos, y hoy puedo decir, sin temor a equivocarme, que he encontrado mi lugar en el mundo y que toda esta gente, "mi gente", tiene un huequito en sus corazones para esta niña que se hizo mujer ante sus ojos.
Y esto es algo de lo que me enorgullezco, pese a no haber sido un "talentazo" como ellos, al no haber acabado mi formación universitaria a curso por año: que te recuerden con cariño, que algo de ti quede en el corazón de la gente, que cuando te vean te den dos besos y se alegren de verte aunque ya ni estés directamente en sus vidas... es la mejor recompensa que me han podido dar por terminar la carrera. Y os diré más: esas personas tienen un hueco especial en mi corazón, porque son únicas e insustituibles.
A todos ellos... GRACIAS!!!

2 comentarios:

Diego dijo...

De nada, prenda!

Cheto dijo...

Estoy muy orgulloso de ti, peke, por tu nuevo trabajo y también por lo que comentas en este post, que hayas dejado marcado algo en la gente de la facultad y ahora cuando te ven te saludan con cariño ^_^

Hombre, yo he hecho mis cositas por aquí, y supongo que también se acordará bastante gente de mí, y he tenido también momentos más "de colegueo" con los profes y todo eso. Pero weno, ya sabes cómo es el ambiente por aquí por mi facultad, que es todo más frío (más viento y más carcelario también XD). Así que supongo que cuando ya no trabaje aquí pues la cosa se irá disipando poco a poco ... en fin.